El sistema funciona mientras se utilice la técnica. El límite lo impone el practicante mismo. Una vez verificados los primeros mejoramientos VISIBLES (literalmente), se comprende que se trata de mera cuestión de práctica. Es cierto: el sistema requiere una GRAN dosis de fe (es preciso luchar con el propio escepticismo, al menos hasta lograr los primeros resultados). Imagínese otra licenciatura en ingeniería (en el sentido de compromiso y dedicación, quiero decir), pero en este caso están en juego los propios ojos, la propia capacidad de ver. Para que se comprenda la idea trataré de utilizar un sencillo símil ligado a la ingeniería civil: una vez comprendido el concepto de trabajo PROGRESIVO (un ladrillo sobre otro), la diferencia que existe entre una construcción de dimensiones medias y un castillo depende en primer lugar del esfuerzo de los obreros (en este caso del compromiso en efectuar los ejercicios: los ladrillos) y del TIEMPO de trabajo. Sin duda, “Roma no se hizo en un día”, pero creo que las cosas IMPORTANTES (como la propia vista) han de tratarse con un cierto grado de responsabilidad y compromiso personal (y si es necesario mandando al diablo a quien quiera vendernos algo a toda costa). En este caso, manteniendo el símil de la construcción, el ingeniero y el arquitecto sería yo. Las modalidades de construcción se han introducido en Power Vision System y las he experimentado y DEMOSTRADO en primera persona.